La refrigeración es una técnica de conservación de alimentos que se basa en mantener los alimentos a temperaturas bajas, generalmente entre 0 °C y 5 °C. Almacenar los alimentos en el refrigerador ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias, enzimas, levaduras y mohos, que son los principales responsables del deterioro de los alimentos, ocasionando cambios indeseables en el color, sabor y textura de los alimentos.
Algunas consideraciones importantes para la refrigeración de alimentos son:
- Almacenamiento adecuado: Los alimentos deben estar adecuadamente envasados y almacenados en recipientes herméticos o envueltos en papel film para evitar la contaminación cruzada y la pérdida de humedad. También es importante mantener una organización adecuada en el refrigerador, separando los alimentos crudos de los cocidos y evitando que los jugos de los alimentos crudos goteen sobre otros alimentos.
- Tiempos de almacenamiento: Aunque la refrigeración ayuda a prolongar la vida útil de los alimentos, no evita su deterioro indefinidamente. Cada alimento tiene un tiempo límite seguro de almacenamiento en refrigeración, por lo que es importante verificar las fechas de caducidad y seguir las recomendaciones del fabricante o autoridades sanitarias.
La congelación es una técnica de conservación que utiliza temperaturas extremadamente bajas, generalmente por debajo de -18 °C, para preservar los alimentos. Al congelar los alimentos, se detiene prácticamente el crecimiento de microorganismos y enzimas, lo que prolonga significativamente su vida útil.
Algunas consideraciones importantes para la congelación de alimentos son:
- Envase adecuado: Los alimentos deben ser envasados en recipientes o bolsas adecuadas para la congelación, que sean resistentes al frío y herméticos para evitar la pérdida de humedad y la entrada de aire, lo que puede causar quemaduras por congelación y deterioro de la calidad.
- Etiquetado: Es importante etiquetar los alimentos con la fecha de congelación para tener un control del tiempo de almacenamiento y utilizar el principio de «primero en entrar, primero en salir» (PEPS).
- Descongelación adecuada: Para utilizar los alimentos congelados, se debe realizar una descongelación segura. La forma más segura es descongelar gradualmente en el refrigerador, aunque también se puede utilizar el microondas o agua fría corriente si se van a utilizar de inmediato. Nunca se debe descongelar alimentos a temperatura ambiente, ya que esto favorece el crecimiento de microorganismos.
Ambas técnicas, la refrigeración y la congelación, son útiles para preservar los alimentos, pero es importante tener en cuenta que no detienen la acción de todas las bacterias y enzimas. Por lo tanto, los alimentos refrigerados o congelados también tienen un tiempo límite seguro de almacenamiento, y se debe prestar atención a las fechas de caducidad y a las recomendaciones de seguridad alimentaria para evitar enfermedades transmitidas por alimentos.